Los vecinos de Santa Brígida han empezado ver la luz al final del túnel. Llevan unos meses logrando visualizar la salida después de 21 años endeudados por una mala gestión por parte del gobierno. Una propuesta de un centro comercial fallido que al final se bautizó con el nombre de ‘mamotreto’. Una denominación que hoy en día muchos ciudadanos de la Villa no quieren ni escuchar. Pero todo apunta que 2024 será el año de la esperanza, o el año del poder, la fuerza y la energía si ponemos el punto de mira en el año nuevo chino, que esta vez representa al dragón.
A finales del 2023, con la entrada de la nueva corporación al ayuntamiento, informaron a los vecinos de que se abría un proceso de participación ciudadana para el futuro uso y denominación del mamotreto de Santa Brígida. Una noticia que llenaba de imaginación las mentes de todo tipo de generaciones, con la ilusión de que esta vez si, se hiciera algo con ese espacio abandonado. Algo más de seis meses de trabajo, trabajando de la mano ayuntamiento e instituto20grados han hecho posible ese sueño: la propuesta de cómo será la futura plaza de Santa Brígida.
La respuesta de los vecinos de Santa Brígida ha sido absoluta en todos los términos: tanto en la participación ciudadana en la que tuvieron la oportunidad de participar para decidir el futuro de la plaza, como a la hora de dar su punto de vista sobre lo que se creará. Cristian Ortiz, de la asociación de vecinos de Pino Santo asegura que está encantado con el proyecto. “Nos hace falta todo lo que se ha propuesto, y lo mejor de todo es que va a estar rodeado de espacios verdes. Han logrado unir todos los deseos de la población, y eso es de admirar”, sostiene. Sin embargo, Ortiz no desaprovecha la ocasión para proponer que el municipio tenga más mancomunidad con las medianías. “Creo que es más beneficioso tener cosas mancomunadas y que todos hagamos uso de las demás infraestructuras”